La historia de un padre celoso que dio vida a la fama de estas sillas.
Se cuenta que un hombre que tenía una hija a la cual adoraba con tanto amor empezó a ser pretendida por un muchacho del pueblo. El padre, celoso, permitió este acercamiento con una condición, la cual consistía en que solo se vieran en una banca del parque, sin embargo, el padre se dio cuenta de que las bancas tradicionales tenían cercanía física, por lo que decidió crear la "Silla Confidente" conocida también como "Silla Tú y Yo", la cuál les permitía platicar de cerca mirándose a los ojos, pero conservando una distancia considerable.
Es así como surge la fama de estas sillas que hoy en día son un icono de nuestra bella ciudad, las cuales se pueden encontrar en los parques principales de Mérida y por supuesto en Paseo 60.
Estas sillas permiten conservar "cara a cara" una conversación íntima sin perder el contacto visual, con discreción, en un espacio donde solo caben dos.